Lufso

Con todo permiso – #7

Con todo permiso quisiera decirte que me estás volviendo loco. No concibo mi humanidad si te parás a mi lado. Irremediablemente quisiera convertirme en viento con tacto y refrescarte cada parte que se muestre al descubierto. Si me mirás hacés clic y bienvenida a mi sistema operativo de nervios. Si me hablás no me escapo ni me incendio, si me hablás me hago helado que conversa, deseando ser tomado por tus labios como postre de verano. Si una parte de mi te roza sin querer, sería capaz de soportar ser un monstruo, con la maldición de tener palmas en cada poro de mi cuerpo. Cuando llegás, el régimen de las estructuras socaba hasta mis huesos. Cuando estás, soy un mástil con la bandera de tus piernas. Si me tocás el hombro por preguntar yo contesto bajo tu mano de sentencia “culpable”. Si te vas, todo lo pateo, me hago idiota, me hago niño y lloro por querer ser grande en tus brazos. Si me guiñaras un ojo, quedaría con mi alma en baliza y el cuerpo en la banquina. Pido disculpas por este arrebato, y si lo que dije no conmueve un pasaje etéreo a tu sonrisa, te doy las gracias por tu espalda que se aleja y por tu ausencia que me recuerda que soy humano.