A la espera
Un banco y un andén y un puerto.
Una puerta una ventana y un espejo.
Y en cada uno un reloj y un deseo.
Algún nombre en la distancia
que reverbera a lo lejos
entre los árboles los rieles y el océano.
Los barrotes acostumbrados de un preso.
Las venas prolongando la ruta del suero.
El vientre palpitando la unión de dos cuerpos.
El giro de la tierra. El ánfora de un ciego.
La paz entre la guerra. Los nervios de los muertos.
El ojo que te mira la boca con su beso.
La carta destinada que va viajando lento.
Del náufrago la botella
y una vela suspendida por el viento.
Un eclipse. Una clepsidra.
Y lamiendo lágrima el silencio.
En cada instante hay una espera
que no es solo quietud de anhelo
sino también la lucha y las escenas
de atravesar los mares y los retos.
La espera es esa Ítaca al horizonte del cuento
que nos hace Penélope, Telémaco y Odiseo.